Santiago de Compostela, 3 de noviembre de 2019. A raíz de los nuevos casos de okupas en viviendas de distintos barrios de Santiago, que en algunos casos derivaron además en peleas y altercados, como el de Pelamios, la Asociación Galega de Inmobiliarias (AGALIN) quiere informar tanto a propietarios como a inquilinos sobre malas prácticas que está detectando en el sector y que han derivado ya en denuncias por parte de los afectados.
Varias inmobiliarias de Santiago de Compostela dejan las llaves de los inmuebles a quienes los quieren visitar cambio de un DNI
Hablamos en concreto de distintas situaciones que han derivado en sustos y disgustos para propietarios y que en algún caso ya han sido objeto de denuncia. El caso de las viviendas okupadas en la calle Pelamios es uno de los ejemplos más recientes: las inmobiliarias dejan las llaves de los pisos a personas que quieren visitarlos a cambio de un DNI o de una fotocopia del mismo y estas van a ver los inmuebles sin la supervisión ni la compañía de un agente inmobiliario. Esto les permite sustraer objetos de las viviendas y, lo que es aún más grave, hacer copias de las llaves antes de devolverlas. Así es como se hacen con las llaves de las viviendas que finalmente acaban siendo okupadas.
El propietario de la vivienda, que ha depositado su confianza en una agencia inmobiliaria, se encuentra de repente con su piso okupado y no es el primero que denuncia, pero a nivel legal es complicado demostrar el origen de esta okupación y aún más desalojar la vivienda.
Esta práctica no es ni mucho menos residual ni anecdótica. Empresas del sector inmobiliario, con el objetivo de ahorrarse un puesto de trabajo o una agenda apretada organizando visitas a inmuebles, prestan las llaves a los interesados en verlas sin el conocimiento ni el consentimiento de los propietarios, que pagan a las agencias y confían en su buen hacer, sin saber que en realidad están cediendo las llaves a desconocidos con ninguna garantía. Desde la Asociación condenamos rotundamente estas malas prácticas, que consideramos completamente contrarias al código ético que exigimos a aquellas empresas del sector que quieren unirse a nuestra entidad.
Más allá de la problemática más alarmante -la posible y por esta vía muy sencilla okupación de las viviendas- los visitantes de los pisos pueden sustraer objetos, electrodomésticos o cualquier pertenencia del propietario, dado que acuden a las mismas sin ningún tipo de supervisión. Al no estar presente la inmobiliaria, el propietario no tendrá a quién reclamar en el caso de que le hurten cualquier objeto de su domicilio.
Indefensión de los propietarios y atención deficiente de arrendatarios
Cuando un propietario acude a una inmobiliaria para alquilar su domicilio, confía en el buen hacer, la experiencia y los conocimientos de una empresa o persona que se presupone profesional. Le cede las llaves de su inmueble para que esta gestione su alquiler o venta y confía en estar delegando en una persona responsable de su propiedad. Sin embargo, con estas prácticas, esto no se cumple.
Por otro lado, el arrendatario acude a una agencia para que esta le asesore en cuanto a la vivienda que más se ajusta a sus necesidades, los trámites a realizar y los detalles del proceso. Pero malamente puede asesorar y responder a las preguntas de un futuro inquilino una agencia ausente, que no visita el inmueble con el posible arrendatario y, por tanto, no cumple ni con lo que espera de él quien le contrata los servicios -el propietario- ni con lo que necesita quien entra en su establecimiento buscando una vivienda para alquilar o comprar.
Desde AGALIN condenamos con rotundidad este tipo de prácticas en un sector, el del alquiler en Santiago de Compostela, que ya de por sí vive una situación complicada, y ponemos en conocimiento de la prensa estos hechos para que los propietarios e inquilinos puedan defenderse ante estas situaciones.